jueves, 26 de mayo de 2011

JULIÁN ASSANGE, HOMBRE DEL AÑO




Aunque el joven multimillonario creador del facebook ha sido elegido hombre del año, sin duda alguna a quien corresponde dicho honor -y con creces-, es Julian Assange, el fundador de Wikileaks. El ilustre australiano merece ello por lo siguiente: Assange ha desnudado las entretelones de los manejos del poder del imperio. Como ningún otro ha desnudado la forma como el poder hegemónico es ejercido y la direccionalidad que se imprime a los vastos recursos y hombres que obedecen las directrices emanados desde el mismo centro del poder mundial.

Pero, más aun, Assange ha mostrado algo claro y patente: el ideal democrático es enemigo de la cultura hegemónica basada en los secretos y maquinaciones urdidas por funcionarios que, lejos de consagrar las uniones entre las Naciones, solo buscan la oportunidad de sentar las bases de la supremacía de unas naciones sobre otras.
Assange ha sentado con su actuación, las bases para lo que será la democracia universal del futuro, la misma que debe basarse entonces en:

-           El reconocimiento del derecho de cada ser humano de conocer la forma como el poder procesa sus necesidades y demandas. Está claro que si el imperio invierte ingentes recursos, por lo menos tienen derecho a conocer cómo se gastarán dichos recursos los ciudadanos del imperio, tanto los ubicados en la metrópoli como aquellos que vivan en el escenario escogido para la maniobra.

-           El poder es irresistible cuando se cierra sobre sí mismo, como un molusco sobre su concha y logra que nadie indague entre sus resquicios. El poder ama el secreto, pues al amparo del mismo se incuban las perspectivas y propuestas más deleznables porque ellas cosifican a la persona y sus sentimientos y necesidades. Es en el seno del poder que se gestan los procesos por los cuales auténticas demandas de respetar la pluralidad, la voz interior y colectiva, la conciencia y el reclamo de las víctimas del sistema a nivel mundial, son convertidas en pretextos para justificar la asolapada intervención del poder central.


-           Por su esencia, el poder -incluso el más siniestro-, siente temor frente a lo que significa el quedar desnudo frente a los ojos de la humanidad entera. El poder desnudo queda avergonzado, pues sabe que lo que se ha perpetrado al amparo del secreto, es vergonzoso e indigno. En ello se comprueba algo muy simple: no hay mejor defensa para la verdad y los derechos, que el simplemente ser expuestos al público. Así, mientras los reclamos se publican, las maniobras para seguir manteniendo la supremacía buscan quedar en el más absoluto secreto y anonimato.

-           Al poder no le interesa escuchar a la gente. Al poder le gusta consolarse en los resquicios de paz y falaz solaz que le proporcionan el botín obtenido. Antes fue la sangre de los esclavos, ayer el dominio de las materias primas y mercados y hoy el de las fuentes de energía. Sin embargo, el verdadero y crucial monopolio es la captura de la verdad. Ello se logra cuando los medios son puestos al servicio del poder y la información y la cultura, sedimento de lo más precioso de la evolución humana, son manipulados para que en vez de servir a la libertad humana, sean un elemento más en la labor de acallar conciencias por el temor, el chantaje y el olvido concienzudamente cultivados.

Diga lo que se diga, los seres humanos tenemos la innata capacidad de indignarnos frente a la miseria moral, la crueldad e hipocresía, venga de donde venga y en ello se confirma la idea de la naturaleza ética y solidaria de los hombres, que vencen sus impulsos egoístas e individualistas en la medida en que logran percibir la existencia de algo que es infinitamente superior a cualquier prebenda de vida mejor. El poder nunca quiere ser expuesto pues sabe de lo que es capaz el ser humano indignado.

Es verdad que el creador de facebook ha logrado revolucionar la forma como se comunican las personas, pero al respecto debemos señalar que como nunca antes la sociedad es un agrupado de individualidades encerradas en un lote invisible y errante por donde van los pasos cotidianos. Un perfil en facebook jamás reemplazará a un abrazo cálido y al recuerdo de unos besos. Nunca una lista de “amigos” del facebook va a reemplazar a la irrompible complicidad, solidaridad y afecto de la verdadera amistad. Nunca una lista de conocidos va a lograr colmar las ansias de autenticidad en las relaciones personales.

Lo importante del facebook es que demuestra que sí es posible construir la idea de una democracia universal.

¿Imaginan la capacidad de movilización que significaría si la totalidad de inscritos en el facebook se pronuncian al mismo tiempo por temas como el cambio climático, la defensa de la democracia, el combate de la trata y el monopolio de los medios o la persecución que sufre Assange por el imperio? Facebook constituye una inconmensurable fuerza que hoy está dormida por la modorra y apatía que es cultivada por una sociedad que busca sustitutos a las sencillas, claras y estimulantes sensaciones de un contacto personal. La mediación de la red otorga la engañosa sensación de “ser más”, de “ser amado más” y de “ser más apreciado”. Sin embargo, lo que nos hace propiamente humanos no es el número de conocidos o de amigos, sino la calidad de los sujetos, y a su vez la valía de cada uno no depende en modo alguno de aquello que se cultiva para consumo de la sociedad impersonal y nihilista de hoy en día.

¿Creen ustedes que puede haber acuerdos políticos provenientes de la voluntad de transitorios “detentadores-lacayos” del poder, que puedan ir mas allá de lo que demanden 500 millones de conciencias despiertas al fin y que reclamen y movilicen al mundo por desterrar el abuso del poder, la manipulación de los medios, la destrucción del planeta y el exterminio de pueblos para el goce de unos cuantos? ¿500 millones de voces podrán ser dejadas de lado si es que ellas deciden actuar de forma coordinada, en una simple demanda de un mundo nuevo, mejor y más humano?

Les pido considerar lo siguiente: ¿Porqué el encono a un solitario y valiente hombre, paradigma de la entereza que hoy en día la humanidad demanda? Julian Assange es peligroso para el imperio, pues le ha enrostrado frente a todo el mundo, y sigue libre, y vivo, todavía.

Y así como los lobos tienen a las hienas como parientes cobardes y acezantes, el imperio tiene sus cómplices en todo el mundo, esto es, los de siempre que guardan para sus socios la sucia carroña de la que perviven. Julian Assange se ha convertido en el enemigo número uno del imperio y de sus satélites: los vastos monopolios armamentistas, financieros y de prensa, los que pretenden dominar la sangre del comercio mundial y la voz que escuchan, leen y consumen millones de personas.
Julian Assange es el hermano de todos los que siempre han luchado por un mundo libre, más justo y solidario, y por ello merece todo el apoyo de quienes puedan querer un mundo más libre y auténtico.

Así que, digamos a los que pretenden dictar a la humanidad lo que ella debe pensar, que el hecho que ha perpetrado Assange, ha quedado inscrito de una vez y para siempre en la historia, y cuando los que hoy día lo persiguen no sean más que polvo en el suelo, la historia del futuro recordará el día en que uno de los próceres de la libertad humana decidió aprovecharse de los futiles sentimientos de un soldado amariconado, y convirtió lo que era un acto descarriado en un portentoso gesto de libertad, frente al enemigo más poderoso, y a sabiendas de lo atroz que ha sido y puede ser nuevamente el poder al cual ha enfrentado.

La historia dirá que ese día la humanidad comprobó que sí es posible desafiar al poder con sólo poner un poco de libertad, de reflexión y de entereza y que de ello ya viene premunida y que los intentos de los de siempre no podrán acallar el camino hacia el descubrimiento de una verdadera conciencia universal, la cual puede descender del abstracto mundo en que Hegel la formulara, para cobrar inusitada vigencia en las relaciones cotidianas, alejada de la filosofía, pero más entroncada con lo que cada ser humano, por ser tal, demanda de su suelo y de su tiempo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario