Víctor Manuel Castillo Sánchez.
28 de
Julio, En el día más hermoso y esperanzador de todo el año los peruanos nos
merecemos compartir las razones por las cuales lo cholo constituye la principal
vertiente de peruanidad.
1.- Hay en curso un proceso de cholificación que es
desafiado por la minoría que conserva en sus manos –todavía- los resortes del
poder económico y que con la complicidad de las agencias de publicidad y
canales de televisión difunde una imagen que no corresponde a nuestra
nacionalidad chola: el Perú no es un país nórdico, ni anglosajón. Somos cholos,
descendientes de la raza india, hijos de los migrantes andinos que con su
esfuerzo y empuje construyeron la prosperidad del Perú actual.
La
choledad es mucho más que la deformada y denigrante versión que la televisión
difunde con insistencia y con insulto a nuestro pasado, a nuestra realidad y a nuestro
proyecto de vida.
2.- La choledad es la
principal vertiente de la nacionalidad peruana porque aporta a la idea de peruanidad
el esfuerzo colectivo; la modernidad; la pujanza y creatividad; la riqueza
cultural, lingüística, pluriétnica y gastronómica; las demandas de igualdad y
democratización y las prácticas sociales de solidaridad.
3.- Los cholos son los
peruanos de origen andino que rescatan, recrean y difunden en el medio urbano
sus raíces, tradiciones y costumbres andinas. Son el resultado del contacto del
indio peruano con el mundo occidental. Ellos han sido los protagonistas de los
procesos de democratización política, económica y cultural. Constituyen el
factor predominante en el electorado, en la Economía , en los deportes y en las FFAA. Tienen
derecho a ser reconocidos como cholos, y a no ser denigrados ni insultados.
4.- La cholificación es el
proceso de integración y construcción de la peruanidad en marcha. Gracias a
ella el Perú es más democrático, más integrado y reconoce y acepta su vertiente
andina. Asimismo, es por ello que el voto popular (o voto cholo, que es lo
mismo) siempre es mayoritario, pero los grupos de poder se las arreglan para
mantener un statuo quo contrario a los legítimos intereses de la población
peruana.
5.- El promocionado
mestizaje sólo ha servido para encubrir e invisibilizar a la vertiente andina
bajo el predominio del elemento hispano. Decir que somos un país mestizo es
inútil, porque ello no refleja adecuadamente las dimensiones de la peruanidad,
profunda y radicalmente consustanciada con el élan y raigambre andina reflejada
en la choledad racial y cultural. Lo cholo es la cúspide de la fusión racial y
cultural de los grupos que componen la nación peruana.
El pueblo-nación peruano es cholo. No es
criollo. Es la superación de las antítesis indio/hispano,
conquistador/conquistado, serrano/casteño y blanco/cobrizo. Es la síntesis de
todas ellas pero con la impronta de la raíz andina como su elemento y señal más
característica.
Por tanto, no existe razón ni
argumento para depreciarnos, ni impedimento para reconocernos como un país
cholo.
Las
pruebas:
En la política.- Los últimos 4 presidentes peruanos han sido cultural
y sociológicamente, cholos. Alan García es un neto cholo de piel blanca con la
verbosidad y florituras de reminiscencias místicas y mesiánicas. Toledo es el
típico ejemplo racial de cholo, pero con la fatuidad de vanagloriarse de ser un
“error estadístico”. Humala es un cholo auténtico en la forma como interpreta y
reacciona frente a las situaciones y prácticas que aprecia como injustas.
Asimismo,
el electorado cholo es el que manda en las urnas y las demandas de inclusión y
participación provienen de él.
Los dos presidentes
auténticamente cholos han sido Velasco Alvarado y Ollanta Humala.
En la economía.- Los ejemplos emblemáticos del empuje del poblador
peruano (Villa El Salvador y Gamarra) son crisoles de choledad. El héroe
anónimo de “El Otro Sendero” de Hernando de Soto, el discriminado que se
enfrentó a la exclusión y con empuje y tenacidad creó riqueza, es el cholo, el peruano
excluido en su propio suelo por quienes acomodan las reglas de juego en su
propio beneficio.
En la religión.- El Señor de los Milagros, la Virgen de la Candelaria y la
multiplicidad de las fiestas patronales en todo el territorio nacional permiten
afirmar sin duda alguna que el sincretismo cultural plasmado en las
festividades religiosas tiene un inocultable sesgo cholo.
En el deporte.- Las disciplinas masivas del deporte peruano (fútbol,
vóley y atletismo) reflejan nítidamente el sello cholo en el componente racial y también en los valores que se plasman: la
creatividad, la incansable brega y la innata resistencia.
En la cultura.- Los símbolos, colores, signos y temáticas de la
choledad se han asentado en el imaginario colectivo hasta alcanzar un
incontestable rango de aceptación, difusión e igualdad con los anteriores
referentes impregnados de prejuicio y discriminación. Por ejemplo, los colores
fosforescentes, la impresión hiriente en lo cromático, la iconografía y elementos
andinos son incorporados actualmente en las exposiciones y manifestaciones
culturales del ser de la peruanidad.
1.- Las mejores producciones cinematográficas jamás
realizadas (“La teta asustada” y “El evangelio de la carne”) son parciales
respuestas a problemas únicamente entendibles desde la choledad del ser peruano
2.- En la música: Alborada, Miki gonzalez, Yawar, Lucho
Quequezana, Pata amarilla, Mac Salvador, Abanto Morales, Bareto, Antología, Raúl
García Zárate, Damaris, Dina Páucar, Tongo, Corazón Serrano, Saiwa, Sonia
Morales, Max Castro, la música cumbia y la chicha, son diversas vertientes
unidas por la raigambre común de la choledad, vertiente a la cual se ha unido Jean
Pierre Magnet quien actualmente ha realizado un acercamiento y entendimiento y
plasmación de la choledad desde la música.
Asimismo,
“El Condor pasa”, la más universal de las composiciones peruanas, es de
indudable raigambre chola en su inspiración y en el hálito que trasunta.
3.- En la pintura: Szyszlo, Sabogal, Víctor Delfín, Quintanilla,
Higa, plasman la búsqueda de identidad nacional desde la perspectiva andina y
sus colores y temas trasuntan la choledad. No olvidemos que la más importante manifestación
y el esplendor de la pintura colonial lo constituyó la escuela cusqueña cuyos máximos
representantes fueron Diego Quispe Tito y Basilio Santa Cruz Puma Callao.
4.- La cocina peruana es chola en sus ingredientes, en
sus técnicas y en los orígenes etnológicos y sociales. Aunque un sector social
es que se ha intentado apropiar de su riqueza, los sabores peruanos son cholos.
5.- Arguedas, Vallejo,
Scorza, Melgar, Clorinda Matto de Turner, Reynoso, el propio Vargas Llosa y
Santiago Roncagliolo aportan elementos y perspectivas en las cuales es posible
rastrear e identificar los problemas nacionales que únicamente pueden ser
resueltos desde la perspectiva de la choledad.
En suma, siendo la nación
peruana es todavía un proyecto por construir, sólo desde la choledad podemos
construirla.
Todos
somos la confluencia y el presente y futuro de un escenario de inimaginable
riqueza y potencial y la historia universal ha demostrado hasta el cansancio
que los proyectos de desarrollo no se vinculan a la preeminencia de razas sino
a la progresiva multiplicidad y cruce.
Ya lo
saben peruanos:
Somos cholos, seámoslo siempre.