jueves, 2 de junio de 2011

PERÚ21: UN BUEN EJEMPLO DE PERIODISMO DE CLOACA


Víctor Manuel Castillo Sánchez.


En un claro ejemplo de la podredumbre en que se ha constituido, el periódico Peru21 en su Edición del día Miércoles 1 de Junio del presente año, saca en portada “SE RADICALIZA” con el subtítulo “Humala se opuso a una suspensión del paro en Puno”
Más abajo un texto dice:

“Dirigentes aymaras, sin embargo, le dieron la contra y acordaron tregua hasta el martes. Líder de Gana Perú también volvió a la carga en el tema cocalero, al oponerse a los programas de erradicación de cultivos de hoja de coca”

Cualquier ciudadano que leyera los titulares del hasta hace poco prestigioso diario, podía asumir de los mismos:

1.-        Los huelguistas de Puno han manifestado su voluntad de suspender el paro y Ollanta Humala ha expresado su voluntad en contra de dicha posibilidad.
2.-        Los dirigentes aymaras se han enfrentado al supuesto intento de Humala de sabotear la paz, y acordaron la tregua hasta el día martes.
3.-        Ollanta Humala es enemigo de los programas de erradicación de cultivos de hoja de coca.

Sin embargo, al remitirnos a las páginas que el diario señala como aquellas donde se encuentra la noticia (páginas 5 y 18), hallamos lo siguiente:

En la página 5: Se cita declaraciones de Humala, donde en ningún momento se lee que Ollanta Humala haya efectuado una invocación a favor de la violencia o de no suspender el paro. Sólo recalca que desea una solución real y no una mecida. Acto seguido, el periódico “interpreta” las palabras de Humala.

Asimismo, el periódico precisa que Ollanta Humala se pronuncia contra la “Erradicación compulsiva”.

En la página 18: En ningún lado se advierte referencia alguna hacia lo que se ha señalado en el titular. Únicamente se habla de las incidencias de la anunciada tregua por los aymaras, sin embargo ¡En ningún renglón se menciona siquiera a Ollanta Humala!!

Ahora bien: en el día de hoy Jueves 2 de Junio del 2,011, dicho medio reitera la práctica del siguiente modo: publica en primera plana “LE PAGUÉ CUPOS. Ex narco revela que Humala colaboró en madre mía con los traficantes”

Sin embargo, en el texto de la supuesta noticia dicho medio desinformativo admite en la página 3 que “Si bien el Poder Judicial lo absolvió de estas gravísimas acusaciones, argumentando que algunas versiones eran contradictorias y que varios testigos terminaron retractándose…”, esto es, en buen castellano, que la versión del ex narcotraficante, es insostenible y que el Señor Humala es inocente de dichos cargos.

Todo lo que viene después es simplemente un largo decurso donde al llegar a los testimonios, en los mismos se hacen referencias genéricas: “No sé cuanto le pagaban al capital, pero él cobraba. Yo solo he visto sobre su mesa que eran unos fajos en dólares”; “Me dieron 50 dólares de propina. EL que pagó fue el teniente Bryan quien recibió del capitán Carlos”; “Y no sé cuánto le soltaban, pero era una buena cantidad. Ahí es donde yo me acerco a pedirle cien(100) dólares. Capitán, dame cien (100) dólares, le digo. ¿Cómo cien (100)?, me dice. Yo me emocioné mirando buena cantidad de dinero y (el capitán Carlos) nos da 50 dólares no más. Y ahí es que me da con la cacha de la pistola . . . “

Lo peculiar del último testimonio reside en lo siguiente:
a.-        El testimonio refleja una familiaridad de trato que desdice la jerarquía de mando.
b.-        No refiere de modo creíble las circunstancias que rodean al hecho, porque según se expresa se acerca primero a pedir y después señala que “se emociona” al contemplar una buena cantidad de dinero, cuando precisamente la lógica nos dice que debió ser al revés.
c.-        Asimismo, el supuesto testimonio intenta referirnos a un contexto según el cual ambos estaban solos y sin embargo, después refiere ”nos da 50 dólares no más”. Por tanto, no estaban solos, había otros presentes y a ellos debe remitirse la investigación para confirmar la validez del testimonio, eso es lo que nos dice la lógica y la ética ¿No es así?

En cuanto al testimonio del ex narcotraficante, hay que señalar que si el medio periodístico le diera plena validez y credibilidad a su testimonio, el titular debería referir que el personaje entregó al señor Humala 40,000 dólares, pues la modalidad consistiría en 20,000 dólares entregados “en propia mano” y los restantes se los dejó encargados en la base “previo transe”, según su peculiar jerga.

Estamos pues, frente a la misma estrategia empleada durante la década infame, esto es, reservar el titular para contaminar la conciencia colectiva y distorsionar los hechos, pues la mayoría de personas no leen el diario y sólo ven los titulares. Obviamente, el electorado que piensa que Perú21 es un medio serio, imagina que dicho diario dice la verdad. Sin embargo, lo que se está aplicando es el sencillo y eficaz consejo de Joseph Goebbels, el ministro de propaganda de la Alemania hitleriana: “miente, miente, que algo queda”

Eso no se llama periodismo, se llama manipulación de los hechos para construir una mentira. Se está azuzando a la población peruana a adoptar una posición basada en mentiras. Eso no solo es antiético: es delictivo en la medida que atribuye a alguien una posición activa para fomentar violencia o desmanes sin que al mismo tiempo se demuestren las pruebas de ello y la rigurosa investigación que debe acompañarlas.

Del señor Augusto Alvarez Rodrich podrá decirse muchas cosas y entre ellas que fue funcionario de Fujimori y que después fungió como un “emblema moral” reverdecido tras la caída de la dictadura. Pero, yo, lector de Perú21 desde que apareciera, he comprobado que simplemente bajo la dirección de Fritz Du Bois dicho medio se ha constituido en basura impresa, y que por tanto, vale mucho menos que los 0.70 céntimos que cobra. Más bien, los lectores de dicho diario deben cobrar al periódico, por vender basura impresa queriendo inducir a error a los lectores que de buena fe compran dicho diario.

No olvidemos que durante la década infame la prensa y los principales espacios de cultura se convirtieron en letrinas desde las cuales se buscó deliberadamente emponzoñar los sentimientos y referentes de la sociedad peruana, en una vasta maniobra de encanallamiento y lumpenización. Esos retazos de lo que un día fue un excelente medio que mostraba una renovada imagen del periodismo, muestran que actualmente Peru21 está comprometido en lo más hondo con el fujimorismo y con el proyecto de regreso a cómo dé lugar.

Del mismo modo que de la abundancia del corazón habla la boca, Peru21 se ha puesto al servicio de la inmundicia que pretende el regreso al poder, y ello es un dato incontrovertible puesto que emplea exactamente los mismos métodos de la “prensa chicha” durante la década infame.

Quienes se comprometen de semejante modo a hacer política no son periodistas, ni demócratas ni auténticos peruanos, porque no es dable ensuciar así la buena fe de los lectores, creyéndolos estúpidos borregos a los cuales arrear a punta de mentiras, temores e infamias.

¿Es así como se hace patria? ¿A eso llaman defensa de la democracia? ¿Eso es acaso ejemplo de periodismo?

El Consejo de la prensa peruana debe pronunciarse al respecto, porque evidentemente eso que se llama “Peru21” no puede invocar la libertad de prensa cuando la viola de modo tan canalla, convirtiéndose en un engranaje más de la gigantesca maquinaria mediática que intenta sumir a la ciudadanía en la ignorancia y barbarie, que no otro nombre refleja lo que se intenta hacer con el pueblo peruano.

Es quizás por eso que el genial caricaturista Eduardo justamente el día Miércoles 1 de Junio del 2,011 en un gesto de callada y resignada protesta, hace decir a uno de sus personajes:

“El periodismo puede ser la más noble de las profesiones o el más vil de los oficios electoreros”

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